El giro de 360 grados de Milei en su discurso anti casta provocó la ruptura de Juntos. El ex presidente Mauricio Macri, aunque sin votos y con mala imagen general, hace suponer que fue siempre el jefe y constructor de la Nueva Derecha que rompiera con el radicalismo y la coalición cívica, ya sea porque ya no eran afines o porque impedía seguir con sus negociados a costa del trabajo y la economía argentina. Massa mira de lejos, responde a las movidas electoralistas de los libertarios con propuestas y con la ley en mano, como en el caso de los cueveros del dólar blue y los especuladores del combustible.
Corrieron días de reclamos y renuncias, críticas cruzadas y agravios. La UCR Nacional y el resto de los partidos que conformaban el frente Juntos aseguraron que Mauricio Macri y Patricia Bullrich abandonaron la coalición. Lilita Carrió fue más allá de sus críticas y dijo que Argentina corría riesgo soberano, de su democracia y su vida Republicana con Milei y Macri.
Después del abrazo de los dirigentes de la derecha argentina `para formalizar una alianza Anti Kirchnerista comenzaron a abandonar la nave varios legisladores de la Libertad Avanza, en tanto que senadores radicales aseguraron que no aprobaban ni votarían a Milei.
Lo que no pudieron hacer en las urnas es decir, ganar, lo quisieron hacer con la corrida del dólar y con la especulación del combustible. Hablo de los libertarios y macristas. La movida fue rápidamente desmontada y expuestas en todos los medios masivos de comunicación. El candidato a presidente de la Nación por UxP, Sergio Massa, rápidamente denunció la maniobra de cierto sector petrolero que intentaba aumentar el combustible y para éso generó desabastecimiento. Asimismo los puso en vereda: «si el martes a las 0 horas no aparece el combustible no van a exportar ni sacar un barco más». Apareció el combustible que decían que no había.
Siguen las maniobras desestabilizadoras con llamados a poner órden a los militares, con qué votar a Massa lleva al país a ser Venezuela -ya lo escuchamos muchas veces éste slogan- con terminar con la casta y el gasto político, que viene una hiperinflación, que vamos a quedar afuera del mundo y tantas otras amenazas. Salvo amenazas, no se conocen proyectos ni siquiera una vocación de generarle bienestar a los argentinos, mejor dicho más amenazas: destrucción del peso y el salario, destrucción de las paritarias y sindicatos, reducción del gasto, privatización de todo lo que se ocupa el Estado como educación, salud, obras públicas. Y un largo conjunto de amenazas para quitar derechos.
El caso de Ivo Rojnica «el croata» uno de los líderes en generar especulación financiera , evasión y figa de capitales visualizó aún más el rol de la Libertad Avanza con el Banco CMF, en donde el evasor y especulador tenía varias cajas de seguridad que fueron allanadas por orden del juez Villena.
Dicho banco tiene como presidente a los Benegas Lynch, conservadores y negacionistas. Son los que proponen frases como: Hay que romper relaciones con el Vaticano; y hay que privatizar los océanos. Ésta familia de negocios, digamos así, son adoradores de los golpes de Estado, de Pinochet y Videla.
En ningún lugar de la campaña, tanto de Bullrich como de Milei y menos ahora que generaron una unión electoral, proponen algo bueno para el país y los argentinos.
Mientas tanto Sergio Massa, es quien junto a Axel Kicillof -gobernador bonaerense y candidato reelecto- maneja la campaña electoral rumbo al balotaje del 19 de noviembre para la presidencia de la Nación. En todo el país hay unidad de UxP, con la conducción de ambos líderes políticos que son los que hablan, diseñan los tiempos y momentos de la campaña y refuerzan con programas y proyectos. No hay mejor campaña que la táctica, mientras se desarrolla la estrategia.
